Encuentros de Minibasquet

Ayer acomodando fotos, me encontré con una fotografía que disparó lindos recuerdos y gracias a ella tuve una charla con amigos.

En nuestro pueblo, cuando mis hijos eran chicos, sólo se podía hacer futbol o básquet. Por suerte para mí, ya que odio al futbol, eligieron el básquet. Jugaban todos los fines de semana con los clubes de la zona y en el mes de octubre viajaban 4 días a Buenos Aires al encuentro nacional de minibasquetbol.

Se hacía contacto con un club de Capital o del conurbano, ahí los recibían, cada chico era ubicado en casa de familia de un “jugador” del ese club, luego en un estadio se encontraban todas las delegaciones del interior y las locales y se hacía un desfile. Algunos padres acompañaban a los chicos, nosotros lo hicimos en algunas oportunidades, y era muy emocionante ver a tantos chicos, de todos lados del país, reunidos por el deporte. Al mes siguiente ese club, nos devolvía la visita y los recibíamos en nuestra casa.

Gracias a esos encuentros conocimos muchos barrios de Capital y ciudades de los alrededores. Estuvieron el lugares como Martinez, y tambien en Tristán Suarez ... o sea que conocieron las distintas realidades que ofrece Buenos Aires.

Un año el intercambio se hizo con el club San Antonio de Padua, el C.A.S.A. de Padua!, y nosotros los acompañamos y como de costumbre compartimos con los padres y dirigentes del Club. Y ahí conocimos a Luisa y Miguel, luego ellos vinieron a nuestro pueblo, los visitamos un par de veces en Padua, llamados para las fiestas ... pero como suele ocurrir, se pierde el contacto ...

Hasta que ví esa foto que menciono al comienzo, donde está mi hijo menor y Miguel, y me dije que no podía ser que no supiese de ellos, y de inmediato me puse a buscar el número de teléfono por internet, pero como tiene un apellido muy “común” no supe con certeza cuál era, al segundo intento me encontré con Miguel y bueno ... fue una gran alegría volver a charlar con él y recordar los días en que nuestros hijos tenían 10 años, y las épocas vividas. Con Luisa me pasó lo mismo obviamente, por lo que fue para mí una gran alegría reencontrarme con ellos.